24/5/07

palabras +, palabras –

Estaba hablando por mensajero con mi amigo peruano Jorge y le contaba unos episodios que lo entusiasmaban y, a la vez, sorprendían mucho.

-Asu!, asu!-, me mandaba Jorge x chat como toda respuesta.

Así respondía el tipo, con asu, asu!. Yo pensaba y a éste qué le falla en los dedos, que pulsa cualquier cosa?

Después, en la Escuela (es que aquí le dicen Escuela al lugar donde voy para aprender a escribir), charlando, él me viene otra vez con su asu, asu.
-Pero qué mierda es asu-, le digo.
-Asu!-, me dice, es como oh!, impresionante, qué bueno.
-"Asu" así peladito?-, pregunto yo.
-Bueno, es que sería “a su madre!”, pero quedó "asu"-.

Bueno, ahí tienen. Nuestro “guauu” podría ser el “aaasu” peruano.

Mostro, también dicen “mostro”. Y también marcando entusiasmo. Buenísimo, bárbaro, copado, bacán, mostro. En fin.

La palangana aquí no es palangana sino batea y si decís lavandina no te entiende nadie, tenés que decír lejía. O cloro. (sí, como verán, se acabaron los artículos de limpieza en casa y tuve que ir a comprar).

La jardinera es la maceta, o más bien los canteritos que cuelgan de nuestro no-balcón, y ayer, que tuvo que venir el médico porque andaba con un terrible dolor de panza, me dieron suero. Pero el suero aquí no es nuestro suero, suero aquí es lo que te tomás para hidratarte y para que los intestinos trabajen cómodamente. Es una botellita de casi un litro, sabor fresa artificial, que debes beber tipo juguito durante un día. Un asco.