1/8/07

macanudísimo

Sé que no queda bien, porque Liniers tiene ya su fama y entonces parecerá que quiero hacer roncha o mandarme la parte...
O sea, en pos del bajo perfil que suelo cultivar, yo no debería contarles que Liniers vino a cenar a nuestra acogedora morada, ni que el hombre de esta casa nos deleitó con un asado delicioso, ni que -en esa misma noche- mi amigo Jorgito Licuadora Feroz preparó los piscos sours más ricos del mundo, y mucho menos debería detallar aquí que regamos la mesa y la sobremesa de charlas, anécdotas, risas y tremendas tremendas carcajadas...
Nada de eso debería yo comentar en este espacio.
Pero entonces, si no les cuento eso, debería al menos contarles que otra noche, otra distinta, cuando ya casi terminaba la Feria del Libro, anduvimos de brindis y de tintos por la Embajada Argentina y que de ahí nos fuimos todos a la increíble y famosa descarga salsera, una de las fiestas más brutales, divertidas, populares y únicas en su especie que yo haya ido jamás. (todo esto comandado, como no podía ser de otra manera, por una mano negra, negra y china, la mano del gran amigo Chino Chang).

Las crónicas oficiales dirán -y no les faltará razón- que la presentación del Macanudo 1 en la Feria del Libro de Lima fue todo un éxito. Pero no darán cuenta esas crónicas de la hermosa reunión, post presentación del libro, at Vilela´s house.




Y, a todo esto, yo sigo conociendo a más y a más gente todavía. Ahora mismo, por ejemplo, tengo un amigo nuevo, mexicano, mexicano y escritor, que vive en mi barrio preferido en tierra azteca: en Coyoacán.

En fin, que han sido días maravillosos. Cosas que te pasan si estás vivo.